2-9-2016

Se supone que estoy arriesgando, dinero, tiempo, esfuerzo, relaciones… pero yo siento que el riesgo no existe. ¿Qué puede pasar? ¿Que me quede sin dinero? Si tengo que vivirlo, sucederá. Ni siquiera siento que el dinero me pertenezca. ¿Que no gane un Grammy? No es una pérdida, tendría que tenerlo ya para poder sentir que lo pierdo. No hay miedo. Sólo hay compromiso y responsabilidad. Haciendo esto me responsabilizo de mis talentos y de mis sueños. No haciéndolo continúo componiendo para meter canciones en una carpeta, sigo soñando con dar conciertos y lo hago con frustración porque, si no me responsabilizo de que lo deseo, no va a suceder nunca. No hay miedo, no hay expectativa, hay ilusión y hay amor, por mí misma, por quienes me acompañan en el camino, por quienes me han acompañado e incluso por quienes nunca han querido estar. Con esto agradezco a mis musas y mis musos, agradezco todo el aprendizaje y toda la inspiración. Agradezco haber estado despierta cuando surgió esta oportunidad y perdono las otras veces que la posibilidad se me puso delante y no la quise mirar. Ahora puedo responsabilizarme de esto. Antes no tenía las herramientas que necesitaba. Deseo esta experiencia porque sé que voy a crecer, tanto que ya estoy creciendo –y mucho- antes de entrar al estudio a grabar. El proceso es fascinante. Lo que estoy creando es algo honesto, sincero, responsable y comprometido… para conmigo. Está lleno de AMOR, y amor es lo que siento también de poder compartir el proceso con vosotr@s, quienes también os convertís en mi espejo y me hacéis llenarme de energía y vitalidad. Cuando alguien hace algo honesto y conectado por sí mismo, lo está haciendo también para y por los demás.

La valentía tiene que ver con la verdad, pues es el valor de mantenerte en tu camino, en tu autenticidad, a pesar de los contratiempos, las presiones sociales o los vaivenes de la vida. Es decir, atreverte a vivir arriesgándote a ser lo que eres a cada momento y a dar lo que tienes, superando el miedo al fracaso o a la crítica de los demás. Es la fuerza para sostenerte en tus propios pies y confiar en tus valores, la capacidad de volver a tu dirección cada vez que algo o alguien te desvía de ella. La fuerza guarda mucha relación con la confianza, pues la fuerza se alimenta cuando sentimos la certidumbre de que el mundo es y puede ser un lugar bueno y aceptable, un lugar en el que tienes la posibilidad de avanzar desde tus propios impulsos, desde lo que mueve el deseo esencial de tu corazón y de tu cuerpo.   (de «La llave de la buena vida» – Joan Garriga)

5-11-2016

Ha llegado ese momento en que mis canciones no me pertenecen, ya no son sólo mías aunque las haya compuesto yo, son NUESTRAS, del equipo del que tengo la fortuna de ser parte. La vida, como dice Sergi Torres, es megainteligente, y con su megainteligencia colocó en mi camino a Ramiro, Fidel, Merino, Dani, Calde, Alfonso, Pablo, los hombres que me acompañan, que me arropan y hacen que mis canciones sean mágicas. Doy las gracias a todos los intermediarios que consiguieron que estos lazos se uniesen, y agradezco incluso todas las oportunidades que se me plantearon para seguir otros caminos y por diferentes motivos no fluyeron. Lo que no fluyó en otros momentos hace que fluya ahora este río, y me encanta el agua que lleva. Uno de los asuntos que me envuelven últimamente es EL EQUIPO, LA COMUNIDAD, y descubro cada día con más fuerza la importancia que tiene para mí. No creo en las jerarquías morales, no comulgo con los egos desmedidos ni con la falta de amor. Sin amor NADA puede ser hermoso, nada puede llevar la felicidad adherida. Y AMOR es cuidar, respetar, escuchar y ver a los demás con verdad y consciencia. Mis canciones ya son mucho más que mis canciones, son nuestras canciones, y pronto serán también vuestras. E imaginaos lo increíble que va a ser que vuelen canciones que están siendo creadas con tantísimo amor y con tantísima emoción.

1-5-2017

Meses de cambios, de caos, meses en los que la vida parece que se mete en una batidora y todo se moviliza drásticamente. ¿Para qué? Siempre para mejorar, aunque nos parezca lo contrario. El equipo empezó a cambiar, el estudio dejó de funcionar como yo esperaba… y mi amiga Miriam se quedó embarazada. Sí, sé que ahora mismo no entendéis nada con lo que acabo de escribir, pero tiene sentido: mi amiga se queda embarazada y le preparamos una “baby shower” sorpresa. Allí estábamos sus amigas y no todas nos conocíamos. Entre ellas, Martha, con la que pude desahogar un ratito el agobio que me daba escuchar a tantas chicas a mi alrededor sus deseos de ser mamás. A Martha no la conocía de nada, y ya casi cuando me iba a marchar me dio por preguntarle: “Oye, ¿y tú a qué te dedicas?”. Su respuesta me puso los ojos como platos, se dedicaba a la gestión integral del artista, y yo supe estar despierta y ver la posibilidad de que el Universo me estuviese poniendo a esa mujer delante por algo. Nos pillamos los teléfonos y concertamos una reunión unas semanas después. En esa reunión empecé a sentir cómo todo el desorden de los meses anteriores empezaba a organizarse, y a partir de ahí el camino se fue encauzando. Pero tampoco iba a ser sencillo, había mucho que arreglar, mucho que regrabar y muchas decisiones que tomar.

Mis nuevos hombres: Danny Gómez y Jimmy Summers, los que consiguieron los milagros y la magia en las canciones que ya había grabadas. Todo cambió… a mejor. Y recuerdo con cierta diversión mis momentos llorando porque sentía que todo se iba a la mierda. Cuando deseas algo de corazón, eso sucede, y yo deseaba hacer algo muy bueno, y evidentemente tenían que cambiar ciertas cosas para que eso pudiese pasar. Y así fue.

Hoy ya está la primera parte de la trilogía lista para impresión, ya está mi realizador favorito preparando lyrics y videoclip, una de mis artistas favoritas diseñando la portada y un crack de las web trabajando en la mía. Yo me siento libre para dar ideas y proponer cómo quiero que sea el universo Valiente. Hay mucho que crear y eso me parece maravilloso.